INMIGRACIÓN EN ESPAÑA

  La inmigración en España es desde la década de 1990, un fenómeno de gran importancia demográfica y económica. Se estima que en 2011, 6.7 millones de personas residentes en España eran extranjeras y al menos un millón acabaron adquiriendo la nacionalidad española.

  España es el décimo país del mundo con mayor número de inmigrantes. A partir de 1973, con la crisis del petróleo, la emigración de los españoles al extranjero empezó a dejar de ser significativa  y se produjo el retorno de muchos emigrantes españoles que se mantiene hoy día.

  La población extranjera se suele concentrar en las zonas con mejor economía , por tanto con mayor necesidad de mano de obra. Así, las zonas de España con mayor proporción de inmigrantes son Madrid, el mediterráneo y las islas. En el caso de algunos inmigrantes, muchos buscan el poder disfrutar de un clima más suave que el de sus países de origen; de esta manera, los residentes de la Unión Europea se suelen concentrar en las costas de Levante, Andalucía, Baleares y Canarias. 

  Por el contrario, las regiones con menor proporción de inmigrantes en el 2005 son Extremadura (2,3% frente al 8,46% nacional), Asturias (2,5%), Galicia (2,5%), País Vasco (3,4%), Castilla y León (3,6%) y Cantabria (3,7%). Hay que señalar que el 44,81% de todos los inmigrantes en España se reparten entre tan sólo tres provincias (Madrid, Barcelona y Alicante)

Origen de los extranjeros no comunitarios en 2006. 

España pasó de ser un país exportador de españoles a ser un país receptor, muchos de estos inmigrantes vienen en busca de trabajo y una vida mejor, aceptando así ser sobre explotados y trabajar en condiciones nefastas. Esto hoy día se intenta evitar con las leyes de extranjería para regular la entrada de inmigrantes.

  Así con la llegada de estos han surgido comportamientos xenófobos por lo que se intenta que la sociedad acepte a los inmigrantes y sea multicultural, respetando las diferencias y defendiendo sus derechos.

Incremento de extranjeros desde el año 1998

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